Durante años se pensó que solo un auto podía ofrecer verdadera seguridad. Sin embargo, las cuatrimotos modernas están equipadas con sistemas de estabilidad, frenos de disco potentes y chasis reforzados que reducen al mínimo el riesgo en trayectos urbanos o de campo. Además, el uso del casco, guantes y protecciones adecuadas brinda un nivel de seguridad comparable —y en muchos casos superior— al de un auto compacto en desplazamientos cortos. En otras palabras, la seguridad no depende tanto del vehículo, sino del equipamiento y la responsabilidad del conductor.